La importancia del autocuidado. Aprende a mejor la salud en tu piel de manera integral.

La piel es un reflejo de todo nuestro organismo, por lo que, además de todos los beneficios que puede aportar la dermoestética, es sumamente importante incorporar algunos métodos de autocuidado en nuestra rutina diaria.

¿Te has planteado que la piel es el órgano vivo más expuesto de tu cuerpo? Actúa como barrera frente a muchos agentes medioambientales como la radiación solar y la contaminación, por lo que otorgarle los cuidados necesarios es fundamental, no solo por cuestiones estéticas, sino también para evitar un envejecimiento prematuro.

El estilo y los hábitos de vida actual nos llevan a un envejecimiento muy rápido de nuestra piel.  No exponerse al sol o cubrirse en la medida de los posible cuando lo hagamos es fundamental. También usar protector solar todos los días, incluso los días nublados. Hidratar la piel de todo el cuerpo después del baño.

 Limpiar nuestro rostro cada noche y no irnos a dormir nunca con el maquillaje.

El tabaco causa estragos en la piel y acelera muchísimo el envejecimiento, por lo que debemos evitarlo o reducir su consumo. La hidratación constante y una alimentación saludable son fundamentales para conseguir una piel saludable y no debemos olvidarnos de incluir proteínas para mantener el colágeno del cuerpo y frutas y verduras, que son ricas en antioxidantes y vitaminas, para prevenir el envejecimiento prematuro. Además, no debemos olvidarnos de disminuir al máximo los azúcares. El estrés es un estado al que estamos sometidos en muchos momentos por los ritmos de vida actuales y que se refleja en el estado de nuestra piel, por lo que debemos ser capaces de canalizarlo. El deporte es una fantástica opción para ello, además de que nos ayuda a eliminar toxinas y sin olvidar el descanso y la meditación. Una mala noche se nota bastante en nuestro rostro, pero si se suceden y se convierten en algo habitual, nuestra piel lucirá extremadamente cansada y envejecida. En resumen, cuidar significa reabastecer e hidratar la piel utilizando los productos apropiados para frenar los signos de envejecimiento.